Si quieres hacer una colonia infantil piensa que el olfato y el tacto son los sentidos que tienen más despiertos los bebes. Es el olor de la madre el que más les interesa, porque significa alimento, calor y protección. Es así como de pequeños vamos aprendiendo a relacionar los aromas con emociones y sentimientos.

Algo que me sorprendió en los cursos de aromaterapia es que, cuando daba a oler los aceite esenciales naturales de rosa damascena y neroli (azahar), y los comparaban con los mismos pero sintéticos, a las alumnas les gustaban más los sintéticos. Nuestra memoria olfativa está llena de aromas sintéticos y pocos naturales, este es el motivo por el que los aromas naturales nos parecen menos atractivos, los conocemos menos.

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Pero la ventaja de los aceites esenciales de las plantas aromáticas es que tienen efectos sobre el sistema nervioso y la piel.

La aromaterapia nos explica muy bien como los aceites esenciales pueden mejorar nuestra salud, y cómo actúan sobre la piel, el organismo y las emociones.

El agua de colonia la utilizamos para refrescar y perfumar la piel del bebe, pero la colonia de lavanda tranquilizará y facilitará el sueño, también la de azahar. Los aromas de cítricos son frescos, agradables y mejoran el ánimo.

Así que vamos a tener en cuenta las propiedades del aceite esencial o del hidrolato en el momento de formular un agua de colonia.

Las aguas de colonias son sencillas, así que no necesitarás muchos ingredientes.

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Formulando un agua de colonia

La forma más sencilla de preparar un agua de colonia es utilizar un hidrolato como agua de colonia. Los de lavanda, neroli, petitgrain, rosa y geranio tienen aromas agradables.

Los hidrolatos se obtienen al destilar una planta aromática como lavanda en una corriente de vapor de agua. Durante la destilación se obtiene el aceite esencial y el hidrolato, que es el agua que se ha destilado y está cargada de moléculas aromáticas de la planta.

También puedes hacerla con agua a la que puedes dispersar un aceite esencial y algunos activos hidratantes.

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Como se disuelve el aceite esencial en agua

Los aceites esenciales no son solubles en agua, sólo se pueden emulsionar con la ayuda de un tensioactivo potente capaz de hacer micromicelas de aceite esencial que quedan dispersas en el agua. Como son muy pequeñas no reflejan la luz y el líquido queda transparente o translúcido.

Algunos tensioactivos que hacen estas microemulsiones son:

– Polyglyceryl-10 laurate

– Polyglyceryl-4 laurate/Sebacate

– Polyglyceryl-6 caprylate/caprate

– Decyl glucoside

– Coco glucoside 

– Natragem (Polyglyceryl-4 Laurate/Sebacate, Polyglyceryl-6 Caprylate/Caprate)

Los más fáciles de conseguir son el cocoglucósido y el decil glucósido. Pero hacen un poco de espuma.

La cantidad de aceite esencial que se suele disolver oscila entre el 0,3 y 2% según la intensidad del aroma.

La mayoría de aceites esenciales se disuelven con 3-5 partes de disolvente por cada parte de aceite esencial.

Se mezclan el disolvente y el aceite esencial y se añaden al agua o hidrolato.

Por ejemplo, en la preparación de 100 ml de colonia de lavanda sin alcohol, se mezclan 4 gramos de disolvente con 1 gramo de aceite esencial de lavanda y esto se añade, agitando, a 94 gramos de agua.

Una colonia que cuida la piel del bebé

La piel del bebé es muy fina y pierde agua fácilmente, por eso tiene tendencia a secarse. Para hidratarla puedes añadir humectantes como la glicerina, que retiene agua en la piel.

También vitamina B5 (pantenol) porque es hidratante y calma la irritación y el picor. Además fortalece el cabello, alivia la caspa y mejora el brillo.

Un poco de zumo de aloe irá bien para nutrir, hidratar y regenerar la piel.

Para que no provoque lagrimeo ajusta el pH a 7,5 que es el de la lágrima.

Como lleva zumo es necesario añadir conservantes. Puedes elegir el leucidal que es un conservante natural que no irrita la piel, y no tiene aroma intenso.

Agua de colonia de lavanda y aloe

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Modo de elaboración

1.- Dos vasos de 150 ml.

2.- Mezcla los ingredientes de cada vaso agitando para que se disuelvan completamente.

3.- Añade al vaso A sobre el B agitando.

4.- Ajusta el pH a 7,5 con bicarbonato (disuelto al 30% en agua).

5.- Envasa en una botella de 100 ml.

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Cristóbal Vidal

Director y profesor del Instituto Europeo de Dermcosmética

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