Los exfoliantes son fundamentales para mantener la piel sana y suave. La combinación de limpieza, exfoliación y masaje aporta mayores beneficios que lavarse solamente con un jabón de baño.

Las células de la piel de la cara y del cuerpo se desprenden continuamente y son sustituidas por células jóvenes y mas sanas. Ese proceso de rotación se ralentiza a medida que envejecemos, por lo que la exfoliación ayuda a mantener este proceso a buen ritmo y estimula la renovación de la piel.

La exfoliación se puede realizarse con sustancias químicas como los alfa hidroxiácidos y ácidos glicólicos, o mediante partículas mas o menos duras que actúan mecánicamente al frotarlas sobre la piel. Esta es la mas frecuente y fácil de preparar. También  la mas segura para cosmética casera.

Ventajas de la exfoliación:

  • Mejora la textura y luminosidad de la piel.
  • Estimula la regeneración de la piel.
  • Reduce la aparición de arrugas y líneas de expresión.
  • Previene el acné.
  • Previene el envejecimiento prematuro de la piel.
  • Promueve la síntesis de colágeno y reafirma la piel.
  • Elimina los puntos negros.
  • Reduce las manchas de edad .
  • Al eliminar la capa de piel muerta, la piel es mas fina y esto facilita la penetración de activos.
  • Son biodegradables.

Tipos de exfoliantes

Lo que hace que un exfoliante funcione son los gránulos vegetales o minerales que contiene. Como se aplica con un ligero masaje circular, estimula también la circulación de la sangre en la superficie de la piel y el sistema linfático que drena las sustancias tóxicas acumuladas. El resultado es una regeneración y revitalización de la epidermis.

Los polvos exfoliantes pueden tener distinto tamaño y dureza según el material del que están hechos. Desde los mas suaves y finos como las arcillas, a los mas gruesos y duros como la arena o la sal, hay una amplia gama de polvos que podemos elegir.

Podemos utilizar un solo polvo o mezclas de ellos. También podemos combinar distintos tamaños de polvo en el mismo exfoliante.

El tamaño de las partículas exfoliantes es más pequeño en los exfoliantes faciales que en los corporales.

Para el cutis es mejor utilizar polvos exfoliantes suaves y de pequeño tamaño como arcillas y polvo de maderas o semillas;  y para el resto del cuerpo mas gruesos y duros como sal, azúcar o piedra pómez.

POLVOS EXFOLIANTES

En cosmética vegana utilizamos exfoliantes vegetales y minerales.

Exfoliantes a base de polvos de plantas

Estos exfoliantes son básicamente semillas muy pequeñas o polvos de plantas trituradas a tamaños menores de un milímetro.

  • Polvos de cáscara de nueces, almendras, oliva, jojoba, arroz, café, corteza de naranja o limón.
  • Polvos de maderas como bambú, sándalo.
  • Semillas de amapola, de uva, esporas de licopodio.
  • También azúcar, pero es soluble en agua, por lo que lo añadiremos en exfoliantes a base de aceites o mantecas.
cosmetica natural regeneradora

Microperlas de jojoba

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Esporas de licopodio

Exfoliantes minerales

 Sal

La sal es un buen exfoliante que podemos encontrar en distintos tamaños. Como es soluble en agua sólo la utilizaremos en exfoliantes a base de aceites y mantecas.

Hay que tener en cuenta que puede escocer en las heridas, los ojos y la piel recién depilada.

Tierra de diatomeas

Es un polvo compuesto de pequeñas células acuática que tienen un caparazón mineral compuesto por un 80-90% de sílice, 2-4% de alúmina y 0.5-2% de óxido de hierro. Tiene un tamaño muy pequeño, entre 0,015-0,04 mm.

Es un exfoliante suave e insoluble en agua.

Cristales de sal

Arcilla

Es un exfoliante muy suave. Podemos elegir entre varias arcillas según el tipo de piel.

  • Piel normal: A este tipo de piel le va bien cualquier arcilla. Podemos ajustar la elección según la tendencia a piel seca o grasa.
  • Piel grasa: Las mas adecuadas son la arcilla verde, la negra, la bentonita y el ghassoul.
  • Pieles seca y sensible: Se utilizan las mas suaves como el caolín o arcilla blanca, la rosa y la roja, la bentonita y el ghassoul.

Otros

Carbón, piedra pómez, bicarbonato sódico, sales de Epsom.

Tamaño y forma de las partículas exfoliantes

El tamaño de los polvos exfoliantes oscila entre 0,05 y 1 milímetro.

La forma del polvo es muy importante.

Si las partículas tienen forma esférica rodarán sobre la piel y arrastrarán las células mas superficiales que se han desprendido y las que están a punto de soltarse, pero siguen adheridas por la capa de sebo y ácidos grasos.

Estos exfoliantes de forma redonda son suaves y poco irritantes. Ejemplo son las esporas de licopodio, las semillas de amapola y las diatomeas. Estos polvos son adecuados para exfoliantes faciales, pieles finas y sensibles.

Semillas de amapola aumentadas

Cristales de azúcar aumentados

BASES SOLIDAS PARA EXFOLIANTES

En la elaboración de barras exfoliantes el primer paso es formular la base portadora a la que se añadirán los exfoliantes.

Las bases sólidas han de tener la suficiente dureza para aplicarlas directamente sobre la piel sin desmontarse, pero no ser demasiado duras como para no repartir el exfoliante al frotar la piel.

 

Las bases pueden ser a base de aceites y mantecas (mantecas exfoliantes) o a base de tensioactivos (jabones exfoliantes). Los primeros son grasos, humectantes y nutritivos y los segundos son jabones limpiadores y desengrasantes.

FORMULANDO UN EXFOLIANTE EN BARRA PARA PIEL MADURA

Para que la barra se mantenga sólida, incluso en verano, las formularemos con las cantidades adecuadas de mantecas, ceras y polvos para que se mantengan estables.

La base de estas barras son las mantecas, a las que añadiremos endurecedores en distintas cantidades según el tipo de mantecas y aceites seleccionados para un determinado tipo de piel.

La cantidad de polvos exfoliantes depende del tipo de exfoliante y del tipo de polvos. Cuanto más abrasivos son los polvos, menos añadiremos en la fórmula.

Para exfoliantes faciales añadiremos entre 5-10% de polvos.

Para corporales hasta el 20%.

Para facilitar el enjuague añadiremos tensioactivos en polvo como SCI, SCG (Sodium cocoyl glutamate), SCS o SLSA. Al contacto con el agua se formará una emulsión que se eliminará fácilmente.

Añadimos conservante porque la barra quedará húmeda y puede facilitar el crecimiento de microorganismos en la superficie.

Veamos unos cuantos:

Barra exfoliante de cacao y café

Elaboración:

Calentar al baño maría los componentes de la fase caliente hasta que se fundan y dejar que se enfríe.

Cuando la temperatura este cercana a los 50ºC añadir los ingredientes de la fase fría, agitando.

Remover hasta que empiece a espesar para que los polvos se dispersen homogéneamente.

Enmoldar y guardar en la nevera o al congelador durante dos horas. De esta manera se desamolda más fácilmente.

Guardar en un tarro metálico, de cristal o envuelta en papel kraft.

Este es el resultado.

Cristóbal Vidal

Director del Instituto Europeo de Dermocosmética.

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