Cómo se hace una crema corporal sólida

Los bálsamos corporales son muy buenos protegiendo la piel frente a los elementos externos como el frío, el ambiente seco, el agua de mar y el viento.

También refuerzan el efecto barrera y ayudan a hidratar la piel seca. Son muy emolientes y aportan suavidad y flexibilidad a la piel. Por todo esto son muy  adecuados para las pieles secas y maduras.

 

Vamos a formular una crema sólida con sensación seca y poco grasa

Como las mantecas y ceras son grasas, tenemos la impresión que el resultado será un producto grasoso y brillante que dejará la piel aceitosa durante un rato.

Si probamos sobre la piel las mantecas nos daremos cuenta que algunas no son grasosas y se absorben rápidamente. Lo mismo pasa con las ceras, las hay que son pastosas y se frenan durante la aplicación y otras se deslizan suavemente.

Los aceites vegetales también tienen estos matices, algunos son secos de absorción rápida; otros son grasos y permanecen más tiempo sobre la piel.

Las mantecas de sensación seca son cacao, cupuaçú, kokum, illipe, sal, murumuru y tukuman.

Los aceites más apropiados son los ricos en ácidos grasos linoleico y linolénico como los aceites de borraja, girasol, babasú, uva, cáñamo, rosa mosqueta y coco fraccionado. También podemos añadir escualeno. Estos aceites se absorben rápidamente y dejan una sensación poco grasa.

Si añadimos emulgentes a los bálsamos en barra se emulsionarán cuando se mezclen con agua. Este efecto es interesante para los bálsamos corporales que se aplican después de la ducha, con la piel un poco mojada. Se forma al momento una emulsión que ayuda a extender el bálsamo, hidrata la piel y se siente menos graso.

El emulgente tendrá que ser liposoluble. La dosis oscilará entre el 5% y el 20%, depende del emulgente, por lo que hay que ir tanteando de menos a mas.

Como la mayoría tienen puntos de fusión similares a las ceras o mantecas duras, tendremos esto en cuenta para ajustar la dureza de la barra.

El BTMS es un buen emulgente catiónico que endurece el bálsamo y deja una sensación sedosa y aterciopelada en la piel.

Con esta idea se puede modificar la formula de un bálsamo sólido para que sea autoemulsionable, sustituiremos una cantidad de cera o endurecedor por la misma de emulsionante. Finalmente habrá que ajustar por tanteo, añadiendo aceite si el resultado es una barra más dura o un poco de endurecedor si sale blanda.

Veamos un ejemplo de crema sólida autoemulsionante:

 

Bálsamo autoemulsionable para piel sensible con aceite de granada y babassú

cosmética natural

 

Elaboración:

Calentar los ingredientes de la fase caliente hasta que se fundan. Agitar.

Cuando la temperatura esté a 50ºC, añadir la fase fría.

Enmoldar y guardar en la nevera o al congelador durante dos horas. De esta manera se desmolda mas fácilmente.

Guardarla en un tarro metálico, de cristal o envuelta en papel kraft.

 

Este sería el resultado:

 

Cristóbal Vidal
Director del Instituto Europeo de Dermocosmética


 

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