Este artículo, escrito por nuestro director y profesor Cristóbal Vidal, fue publicado en el periódico El Mundo en su versión digital, el miércoles 20 octubre de 2021 por Gema García Marcos, puedes visitarlo pinchando aquí.

Estas son las mejores mascarillas para la cara caseras hechas con ingredientes naturales que puedes prepararte dependiendo de tu tipo de piel

Piel grasa

El principal objetivo de los cosméticos para piel grasa será “disminuir la cantidad de sebo sobre la piel y mantener a raya los microorganismos que pueden infectar los poros y causar granos”. Es aconsejable retirarlo con “un agua micelar o un aceite desmaquillante”.

La mejor mascarilla es a base “de arcilla verde a la que se añade una infusión de plantas que ayuden a cerrar los poros como geranio, rosa o castaño”.

Se puede reforzar la acción de la mascarilla “con activos astringentes que ayuden a cerrar los poros y disminuyan el exceso de grasa, como alantoína, cafeína, levadura de cerveza o extracto de hiedra y salvia”.

Piel con acné

“El acné es una inflamación de la piel que aparece, habitualmente durante la adolescencia, en la cara, el cuello y la parte superior del pecho y la espalda. Se desarrolla en la base del pelo a causa del exceso funcionamiento de las glándulas sebáceas, que se infectan formando granos. La bacteria responsable de esta infección es el Propionibacterium acnes”, detalla este especialista .

El primer objetivo, pues, consiste en “desinfectar y cicatrizar la piel, a la vez que se actúa contra la seborrea”.

cosmética natural cannábica

En este caso, la base de mascarilla es “de polvos absorbentes, como arcilla o lodos, a los que se añade una infusión de plantas que disminuyen la producción de sebo y cierran el poro como fucus, ortiga, centella asiática, árnica, hiedra y levadura de cerveza”.

Se puede reforzar con “activos antiacné como ácido azeláico, alfa bisabolol, alantoína y las vitaminas A y B3”.

Piel madura

Para ralentizar el proceso de envejecimiento, es esencial “hidratar, nutrir y proteger la piel de los factores ambientales agresivos”. Al mismo tiempo, habrá que aportarle “los ingredientes que deberían estar de forma natural para mantenerla sana y desintoxicarla“.

También le favorecerá “la exfoliación periódica, porque estimula el proceso de regeneración y elimina las células muertas”.

Para proteger y regenerar la piel madura, la base de la mascarilla más apropiada es “una crema con aceites que penetren en profundidad como los de rosa mosqueta, onagra, jojoba, argán, germen de trigo y borraja” a los que se le añadirán “activos hidratantes y regeneradores como las proteínas hidrolizadas de trigo, ácido hialurónico, colágeno y elastina marina“.

Además, “las vitaminas A, B3, C y E, que son antioxidantes, ayudan a reducir las arrugas producidas por los rayos solares”.

Piel sensible

Lo primero que debe evitar una persona con este tipo de piel, advierte Vidal, son “sustancias alergénicas o irritantes como: el ácido benzoico, el ácido láctico, los alfa hidroxiácidos y la urea: el ácido ascórbico (vitamina C) o ingredientes que contengan ácido cinámico (varios aceites esenciales)”.

En cambio, agradecerá “los ingredientes suaves como aceite de girasol, sésamo, cáñamo, jojoba, uva, etc”.

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La base de la mascarilla tiene que “ser suave, en forma de gel o de crema a la que se le pueden añadir humectantes como ácido hialurónico y glicerina que retienen el agua en la piel y evitan la sequedad que produce picor e irritación”.

En este caso, también se pueden añadir “infusiones de plantas antiinflamatorias y calmantes como la manzanilla, caléndula, pensamiento, llantén, malva y tila”.

Para reforzar el efecto calmante de la mascarilla, se pueden agregar “algunos activos como el alfa bisabolol, que se encuentra en el aceite esencial de manzanilla y vitamina E”.

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