La piel de la planta de los pies es la más gruesa del cuerpo (5 mm), es lógico que sea así ya que recibe las presiones del cuerpo al caminar. Cuando se seca se vuelve dura, áspera y puede agrietarse e infectarse. El ambiente seco, el uso de sandalias, el roce con el calzado y el sobrepeso, que comprime excesivamente la planta del pie, son factores que aceleran y empeoran el estado de esta piel.
Lo que necesita la piel seca de los pies
Está claro que necesita una hidratación profunda e intensa, y también protección contra las posibles infecciones en las grietas. Muchos alimentos pueden ayudar a mejorar la piel seca, pero para elaborar un bálsamo sólido necesitarás los más apropiados para conseguir la forma y la textura de una barra sólida
Los ingredientes
Como se trata de una receta sólida y sin agua, los ingredientes fundamentales serán ceras, mantecas y aceites vegetales.
Cera de abejas
Para hidratar y proteger la piel van muy bien las ceras. Cuando se aplican sobre la piel, las ceras realizan la misma acción que en la planta que las produce: forman una capa protectora y crean una barrera en la superficie de la piel. Esto la protege frente a los factores ambientales (sol, humedad, viento, microorganismos) y reduce la pérdida de agua a través de la piel, manteniéndola suave e hidratada.
Puedes utilizar diferentes ceras, como candelilla, de abejas, de arroz, de soja…La cera candelilla es muy dura y rígida y la de soja es demasiado blanda para utilizarlas solas en un bálsamo sólido. La que mejor funcionará será la de abejas, pero si eres vegana puedes utilizar la de arroz, aunque necesitarás un poco menos porque es más dura. La cera le da dureza al bálsamo, pero no la plasticidad necesaria para repartirla sobre la piel, para esto añadiremos alguna manteca.
Manteca de cacao
Puedes elegir manteca de cacao, karité, mango, coco…todas irán bien porque son muy hidratantes y penetran en las capas más superficiales de la piel. Las mantecas contienen ácidos grasos de absorción lenta como el esteárico y palmítico, que se mantienen mucho tiempo en la piel evitando también la pérdida de agua, pero actuando más profundamente que las ceras.
De las mencionadas antes, la de cacao es la más dura y la de coco la más blanda. Las más fáciles de conseguir en una tienda de alimentación son las de coco, cacao y karité. Con el calor que hace últimamente, es mejor elegir la de cacao.
Aceite de sésamo
Sólo con mantecas y ceras puedes hacer un bálsamo, pero será un poco rígido. Para darle una textura sólida pero cremosa van bien los aceites vegetales. Los aceites vegetales penetran más profundamente en la piel y aportan ácidos grasos omega 3 y 6, que son regeneradores y antiinflamatorios, especialmente el de argán, borraja, cáñamo, uva, sésamo o aguacate.
Si la piel tiene grietas, puedes añadir aceite de manzanilla, hipérico o caléndula, que son regeneradores y antiinflamatorios.
Para la piel seca de los talones, el aceite de sésamo va bien porque contiene un 40% de ácido linoleico (omega 6) que es antiinflamatorio y regenerador. Además, contiene vitamina E y antioxidantes que retrasan el envejecimiento y la rigidez de la piel
Aceite esencial de lavanda
Para mejorar el aroma puedes añadir algún aceite esencial cicatrizante y antiinflamatorio como mirra, lavanda, palo de rosa, ylang, romero, manzanilla, siempreviva o geranio, que también son antisépticos, cicatrizantes y antiinflamatorios. Además, huelen bien.
Las cantidades
Los cosméticos sólidos son muy bonitos y fáciles de elaborar. Sólo tienes que asegurarte una textura suficientemente sólida para que no se desmorone, pero que se pueda aplicar y repartir bien sobre la piel. Ten en cuenta la temperatura ambiente en la que la vas a utilizar. Si la haces en verano tendrás que subir un poco la cera para que no se ablande con el calor. En invierno, añade un poco más de aceite.
Estas son las cantidades orientativas de los ingredientes para tener un bálsamo sólido: ceras 30%, mantecas 30% y aceites vegetales 40%.
Variaciones
Puedes seleccionar las ceras, mantecas y aceites que desees. Si tienes que hacer ajustes, sólo tienes que fundir de nuevo y añadir cera o aceite, según el resultado.
También puedes sustituir el aceite vegetal por un extracto en aceite de plantas de tu jardín, como rosa, geranio, manzanilla, lavanda, caléndula…Para hacer el aceite de hierbas puedes utilizar aceite de oliva que resiste mejor el enranciamiento y aporta su ácido oleico que es un hidratante y regenerador maravilloso.
Cristóbal Vidal
Profesor y director del Instituto Europeo de Dermocosmética
Artículo publicado en la revista BioEco Actual, noviembre 2024.
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